La cirugía ha tomado una popularidad que escandaliza el
sistema de la pelota. La mecánica y la alta velocidad en el lanzamiento parecen
ser las responsables
Ángel Guzmán, luego de realizarse el reemplazo del
tendón cubital, experimentó un incremento de dos millas; pasó desde las 96 a 98
mph
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En 1974, el Dr. Frank Jobe, le
devolvió la luz a la carrera profesional al lanzador Tommy John. Le realizó la
primera cirugía del ligamento colateral cubital del codo, que ahora conocemos
por el nombre del zurdo exDodgers. De esta manera, ambos demostraron
majestuosas hazañas tanto en el ámbito medicinal como deportivo. John, de no
haberse realizado la intervención quirúrgica
hubiese perdido su carrera. Pero fue exitosa, y logró lanzar en las
Mayores por 14 años más.
Aparentemente, el béisbol organizado
está siendo sucumbido por una “epidemia” de cirugía del codo. “Jugar en el
exterior pero también en el interior, y el sobreentrenamiento, afectan
muchísimo”, comentó el otrora prospecto élite de los Cachorros de Chicago,
Ángel Guzmán, acerca de los posibles factores que producen la lesión del
tendón.
Guzmán, se sometió a esta cirugía
en el 2008 de manera exitosa. El último venezolano en intervenirse fue Martín
Pérez, de los Rangers de Texas, en la presente campaña. Los debates del porqué
se lesiona el tendón no cesan. Especialistas ligados al tema, han vinculado que
el pelotero que amerita la reconstrucción es porque su brazo no soporta las
millas que lanza. Si nos basáramos en esas inferencias; la alta velocidad en el
brazo es un don desproporcionado, debido a que se proyectan lanzamientos que no
controla el cuerpo que los realiza.
Según el portal web, beyondtheboxscore.com,
se han confirmado alrededor de 488 casos de cirugía Tommy John en todo el
sistema que abarca las Grandes Ligas. El exorbitante número incluye jugadores
de posición, es decir, las inferencias del soporte de millas y el brazo no
parece ser la mejor indicación. Pero la consideración que se le hace a todos
aquellos que no son lanzadores, pasa por la poca preparación física en la que
han sido regidos.
“La preparación que hay acá en
nuestro país no es la misma que en Estados Unidos, sin desprestigiar. Porque no
es lo mismo estar en verano allá (E.E.U.U.) y estar entrenando que acá”, se
refirió Guzmán en cuanto al hecho de que cada vez son más los peloteros jóvenes
en necesitar operarse. “La preparación es un poco incompleta”, remató. Los
prospectos se enfrentan a un sinfín de cambios, uno de ellos, la rutina de
entrenamiento previa a convertirse en profesional.
“Hay muchos entrenadores que ven a
los muchachos en muy buenas condiciones y se hacen la vista gorda”, indicó el
exmagallanero, ante la ausencia de incitar un reajuste del entrenamiento que
lleva por rutina un novel jugador profesional.
La alta competencia en el sistema
de menores hace que el nivel de exigencia personal se eleve a diario. Pero el
Instituto Americano de la Medicina Deportiva (ASMI sus siglas en inglés), que
es la organización número uno en cirugía biomecánica y lesiones, también ha
arrojado sus recomendaciones: “mientras más alta sea la velocidad con la que un
pitcher lanza, es muy importante que trabaje para obtener una buena mecánica y
cumpla con los descansos adecuados”.
La ASMI, también ha extendido sus
estudios a los tipos de pitcheos. El lanzamiento en curva no es un riesgo para
el codo, pero insisten que la mecánica aplicada para su lanzamiento sí lo es.
Según la ASMI, el 16% de los pitchers
latinoamericanos en el béisbol profesional tienen en su historial una cirugía
de Tommy John; es el mismo porcentaje que los serpentineros nacidos en los
Estados Unidos
El
pitcheo en curva no daña el codo, pero la mala mecánica para lanzarlo sí
SH.
Nota publicada en el semanario deportivo El Heraldo el 2-06-2014